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Semana Santa en Oliena

Semana Santa en Oliena

Semana Santa en Oliena

En Oliena, un bonito pueblo al pie del Monte Corrasi, las cofradías de San Francisco, Santa María y Santa Croce organizan los ritos de la Semana Santa.

El jueves, la celebración de la misa in Coena Domini tiene lugar en la iglesia parroquial de San Ignacio de Loyola, con el rito del lavado de los pies y la adoración eucarística. La mañana del Viernes Santo se celebra el rito de s'Incravamentu, la crucifixión, seguido por la tarde del rito de s'Iscravamentu y la procesión de Cristo Muerto. La mañana del Sábado Santo, en los oratorios de la Iglesia de Santa Croce y San Francisco de Paula, se preparan los simulacros de Cristo Resucitado y de Nuestra Señora de los Dolores. El día de Pascua, dos procesiones distintas llevan las estatuas de la Madre y el Niño. El simulacro de Cristo parte de la iglesia de San Francesco da Paola y lleva en su mano derecha un opulento estandarte (pandela), rodeado de hilos dorados, ricos en bordados, cubierto con botones dorados, característicos del vestido tradicional olianés, con la tapa inferior en filigrana abierta, mientras que la superior, con los característicos piccos de Marteddu, termina con un bisel largo de lámina dorada que contiene pasta turquesa. Este estandarte es la gloriosa señal de la Resurrección. La estatua de Nuestra Señora, aún cubierta por un velo de luto, recorre las calles de la ciudad en busca desesperada de Jesús.

Ambos simulacros los llevan jóvenes que visten ropas festivas tradicionales y los colores brillantes de sus chalecos de tela rojos (gippones), adornados con una cinta morada (con visera) y adornados con inserciones de brocado, preludio de la alegría del inminente encuentro entre el Salvador y la Madre. Al fondo, los hermosos pañuelos femeninos (muncadores) bordados con motivos florales en hilo de seda o oropel dorado. En el aire, el aroma de Sa Ramadura, las hierbas aromáticas y las flores esparcidas por el camino en señal de homenaje a Jesús y María.

Las dos estatuas se encuentran frente a la iglesia de Santa María, la antigua iglesia parroquial: es el momento del saludo entre los dos simulacros, que hacen tres reverencias rituales (sos indrinucones). Esta última, si se realiza con perfecta sincronía, se considerará un signo de buen augurio para la abundancia de la cosecha futura.
El sacerdote le quita el velo oscuro a la Virgen, quien finalmente muestra los colores de la alegría en sus ropas y joyas, como el collar tradicional compuesto por hilos de coral y cuentas doradas (sa gutturada), regalado ex vota por los fieles a la Virgen. Las dos estatuas se enfurecen y se disparan balas de fogueo, en señal de alegría, que los fusileros hacen estallar en terrazas y balcones, para celebrar la victoria de la vida sobre la muerte, del bien sobre el mal. Las campanas, por su parte, suenan en su totalidad.

Historia del evento
Las
celebraciones de la Semana Santa en Cerdeña tienen su origen principalmente en los ritos tradicionales traídos a la isla por la cultura española.
La religión oficial de este complejo ritual se mezcla con las tradiciones locales y las formas de devoción popular. Pensemos en las formas de predicción relacionadas con el éxito del año agrario, como las que dependen de la posible sincronización de las tres reverencias rituales que se hacen ante las estatuas del Resucitado y la Virgen María que se representan con motivo de s'Incontru.

También recordamos que las hierbas y flores aromáticas esparcidas por el camino de s'Incontru no se eliminarán, sino que se conservarán religiosamente para encender las hogueras de San Juan Bautista, el 24 de junio, un rito que sigue siendo vital en Oliena, destinado a honrar al Santo, pero, en su acepción más remota, a dar fuerza al sol durante su descenso tras el solsticio de verano.

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24/3/2024 - 20:08

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