En el neolítico reciente (3400-3200 a. C.), los datos arqueológicos se vuelven cada vez más complejos y articulados, por lo que los estudiosos utilizan el criterio distintivo de agrupar en facies los conjuntos de hallazgos vinculados entre sí por ciertas afinidades, incluso sin lograr la consistencia y complejidad que caracterizan a las culturas reales. Una de estas facies se conoce con el nombre de San Ciriaco, por el nombre de una ciudad del territorio de Terralba, en la zona de Oristano. La producción cerámica se caracteriza por el perfil típico de los jarrones. Incluso la famosa copa de esteatita verde que se encuentra en la necrópolis de las tumbas megalíticas circulares de Li Muri, cerca de Arzachena, originalmente considerada relevante para la cultura de Ozieri, ahora se refiere a la facies de San Ciriaco por su gran parecido
con sus producciones cerámicas.Es en esta etapa cuando se excavan las primeras domus de janas (casas de hadas), las típicas tumbas rupestres artificiales, y, además de las tumbas del círculo megalítico, se construyen los primeros dólmenes y menhires.
Actualizar
Audio
Comentario