Desde el momento en que, en el 227 a. C., Cerdeña pasó a ser una provincia romana, el proceso de romanización de la isla se hizo cada vez más intenso, en particular en las ciudades, que experimentaron un proceso progresivo de renovación urbana en su estructura y en el aparato constructivo.
Como ya ocurrió en otros lugares y como ocurrirá aún más en la fase imperial, las ciudades sardas también estaban equipadas con los principales edificios que, en todos los dominios de Roma, marcaban el modelo cultural romano.
De esta manera, se construyeron teatros y anfiteatros (como en Nora y Karales), baños (como Forum Traiani, hoy Fordongianus, y en Porto Torres, hoy Turris Libisonis), templos (como en Antas, cerca de Fluminimaggiore), acueductos.
También se construyeron villas rurales y marítimas en áreas rurales y costeras, donde los terratenientes ricos podían dedicarse tanto al control directo de sus posesiones como a las actividades de ocio.
La construcción del sistema de carreteras requirió la construcción de carreteras eficientes y puentes de piedra (como el que todavía se ve hoy justo antes de llegar a Sant'Antioco).
Todo esto representa un testimonio significativo de las características monumentales que adquirió Cerdeña en la época romana.
Actualizar
Imágenes
Video
Comentario