A partir de 1870, como resultado de la reorganización geográfico-administrativa del Estado, la imagen de los edificios provinciales, como sedes de autoridad descentralizadas, adquirió una importancia significativa. De hecho, albergan oficinas, salas de reuniones y recepción y la casa del prefecto, una emanación directa del gobierno central.
El prestigio político de la institución también se manifiesta en la atención prestada a la funcionalidad y la decoración de los palacios provinciales, cuyos programas decorativos de las salas representativas, con temas ilustrativos relacionados con las historias locales de cada región, revelan un diseño global único destinado a glorificar el Estado iluminado por la monarquía de Saboya. Por lo tanto, no se puede descartar que los programas iconográficos establecidos en las sedes locales reciban la aprobación del gobierno de Roma.
Se identifica a Cagliari como la sede de la provincia, como símbolo tradicional de la soberanía, el Palacio Real, que durante siglos fue residencia de los virreyes españoles primero, después piamonteses, y de la propia familia real.
En Sassari, se construyó desde cero una sede adecuada en un área de expansión urbana cedida por el Municipio en 1872, en la que, en cuatro años, según un diseño del ingeniero Eugenio Sironi, se construyó el Palazzo della Provincia, cuyo frente da a uno de los lados de la vasta Piazza d'Italia.
Los estucos de la fachada y los interiores son de Galli; los frescos de la planta principal, ejecutados a partir de 1887, son de Dancardi y Dechiffer, mientras que la «entrada triunfal de Giommaria Angioy a Sassari», en el techo del Salón del Consejo, está a cargo, con una selección mediante un concurso nacional, a Giuseppe Sciuti.
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Año : 1948
Autor : Alexiou, Stylianos
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