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Neolítico medio

Neolítico medio

Neolítico medio

El Neolítico Medio (4000-3400 a.C.) fue testigo del nacimiento de la cultura Bonu Ighinu. El nombre utilizado para designar a esta cultura deriva del sitio que devolvió las primeras evidencias arqueológicas. Se trata de la cueva de Bonu Ighinu (también conocida como Sa Ucca 'e su Tintirriolu) en el territorio de Mara, en la zona de Sassari.

La consolidación de los logros neolíticos en la producción agrícola, ganadera y cerámica, así como en las prácticas de vida de las comunidades humanas, se remonta a esta fase cronológico-cultural.
Uno de los testimonios más explícitos de este fenómeno proviene de las producciones cerámicas atribuibles a la cultura de Bonu Ighinu. Se trata de diversas formas vasculares, incluidos jarrones y cuencos con carenado, con asas zoomorfas o antropomórficas, que se caracterizan por superficies brillantes de color marrón oscuro, a menudo decoradas con grabados o impresiones. La notable calidad técnica de estos productos atestigua un progreso innegable en la capacidad de controlar el proceso tecnológico que supervisa la producción de productos cerámicos. La creciente variedad de formas vasculares también es un reflejo significativo del aumento de las necesidades económicas del pueblo bonu ighinu.

En lo que respecta al entorno funerario, resultan características las tumbas grotticelas y el ajuar funerario que acompañaba al difunto al más allá. A este respecto, cabe destacar la necrópolis de Cuccuru is Arrio, en el territorio de Cabras, donde se encontraron numerosas estatuillas de la «diosa madre» esteatópica, con formas femeninas muy acentuadas. Este tipo de artefacto ofrece un testimonio material de gran importancia: de hecho, representa una clara evidencia arqueológica de la existencia de un mundo espiritual y religioso en el que las comunidades humanas de este período tuvieron que encontrar «refugio».

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26/10/2023 - 10:17

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