Los orígenes del arte en Cerdeña

No es fácil dar una definición simple e inequívoca del concepto de «arte». Sin abordar este complejo problema, limitémonos a afirmar que con el término «arte» podemos entender «cualquier forma de actividad humana como prueba o exaltación de su talento inventivo y su capacidad expresiva».
Sea cual sea la definición que se adopte, no cabe duda de que la aparición de productos «artísticos» representa una de las etapas más importantes de la historia evolutiva de la humanidad.
Ya en el Paleolítico superior, el hombre comenzó a producir «arte», como lo demuestran (por citar algunos ejemplos) las famosas representaciones de arte rupestre de la cueva de Lascaux, en Dordoña (Francia), o los artefactos de hueso, marfil y madera (apenas conservados) esculpidos o pintados en hueso, marfil y madera (apenas conservados).
En el estado actual de nuestros conocimientos, en Cerdeña no tenemos ninguna evidencia artística relacionada con el Paleolítico superior.
Por otro lado, fue en el Neolítico Inferior cuando aparece la primera evidencia cierta del nacimiento de una aspiración que podemos definir legítimamente como «estética». Una pista particularmente elocuente a este respecto son las decoraciones «cardiales» (es decir, obtenidas con el uso de una concha llamada Cardium) que encontramos en la superficie de las formas vasculares relacionadas con este período.
Aún más significativas son las figurillas neolíticas y eneolíticas de la «diosa madre» y las «estatuas de menhires» del Eneolítico.

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2/7/2025 - 12:28