El sitio antiguo estaba ubicado en el territorio de la actual Santa Giusta, una pequeña ciudad con vista a la laguna homónima, cerca del Golfo de Oristano.
Othoca se extendía sobre un promontorio rechoncho proyectado sobre la laguna, que en ese momento debió tener la apariencia de un vasto y profundo golfo completamente navegable. La cuenca interna del puerto estaba situada en la curva N/E de la masa de agua, como lo revela el fondo marino, que ha devuelto numerosas ánforas comerciales que datan de entre el 700 a. C. y finales de la era republicana.
La fundación de Othoca se remonta a la segunda mitad del siglo VIII a. C., según se desprende de las excavaciones realizadas en los años 90 del siglo XX en la altura de la catedral de Santa Giusta, donde se encontraba la ciudad. De hecho, las investigaciones en la cripta y en el sector S del cementerio de la iglesia han arrojado datos importantes sobre las facies arcaicas del asentamiento, que se superponen a las estructuras de un centro nurágico reciente de la Edad del Bronce y principios de la Edad del Hierro.
Las excavaciones revelaron un muro de doble pared, de 2,70 m de espesor, que se atribuyó al siglo VII-VI a. C. (no todos comparten esta fecha y la llevan al siglo IV a. C., como las demás murallas púnicas de Cerdeña). El relleno del foso exterior de la cortina devolvió importantes materiales de producción fenicia de la segunda mitad del siglo VIII a.C. (platos, urnas, carenados, fondo de un plato con la representación de un pájaro de estilo geométrico tardío) y de las primeras décadas del siglo VII a.C. («cuenco trípode» con un borde decorado con una banda roja).
La necrópolis de Othoca, que devolvió materiales desde la segunda mitad del siglo VII a.C. hasta principios del siglo VI a.C., se extendía hacia el sur de la ciudad, en la zona de la actual iglesia de Santa Severa. Documenta los ritos de cremación, que son predominantes, y del entierro. Las tumbas son de varios tipos: un cajón, con una fosa rectangular cubierta con losas de arenisca; un quiste lítico, con una urna de barro colocada dentro de una cista cuadrada sobre losas de arenisca; una fosa circular, elíptica y rectangular. Los decorados, que suelen incluir vasijas griegas y etruscas importadas, documentan la apertura comercial del asentamiento. Al difunto de una tumba, quizá de origen sardo urbano, lo incineraban con armas: una lanza, una daga y dos tacones de aguja.
En la época púnica, la ciudad decayó, aunque pareció despertarse en el siglo IV a. C., período al que se remontan dos importantes tumbas de cámara descubiertas en el siglo XIX. No hay datos suficientes del período púnico para reconstruir la topografía del centro.
Durante la época romana, como atestigua el «Itinerarium Antonini» (siglo III d. C.), Othoca tuvo que desarrollarse en relación con su carácter de centro de tráfico: en su territorio se unificaron las dos carreteras principales, «Tibulas Sulcis» y «Turre Karalis». Allí se construyeron dos puentes, uno de los cuales, originalmente con cinco arcos, sigue siendo un arco central y dos arcatelas más pequeñas al sur de la ciudad, en el río Palmas (Su Pontixeddu).
Se desconoce el urbanismo de la ciudad romana, pero el descubrimiento de yesos y mosaicos de colores en las excavaciones de la catedral, y el material desnudo reutilizado en su interior, sugieren la existencia de edificios romanos con elevaciones caracterizadas por columnas y pórticos.
Historia de las excavaciones
Las primeras investigaciones arqueológicas de Othoca, citadas en numerosas fuentes romanas, se deben a Giovanni Busachi, un anticuario que, a partir de 1861, realizó descubrimientos en los suburbios del sur de la ciudad. Alrededor de 1892, el abogado Efisio Pischedda obtuvo una concesión de excavación, con lo que aumentó considerablemente su colección arqueológica (actualmente expuesta en el Antiquarium Arborense de Oristano). En 1910, Antonio Taramelli y Filippo Nissardi llevaron a cabo sus investigaciones. Tras una larga pausa, a partir de 1983, Giuseppe Pau, Giovanni Tore y Raimondo Zucca reanudaron las investigaciones. Las excavaciones recientes en la necrópolis se deben a Carla Del Vais y Emerenziana Usai.
Bibliografía
R. Zucca, «El centro fenicio-púnico de Othoca», en Journal of Phoenician Studies, 9, 1981, págs. 98 a 113; G. Tore-R. Zucca, «Testimonia Antiqua Uticensia (Research in Santa Giusta-Oristano)», en el Archivo Histórico de Cerdeña, 34, 1983, págs. 11 a 35;
F. Fanari, «Hallazgos arqueológicos en el estanque de Santa Giusta», en Cuadernos de la Superintendencia de Cagliari y Oristano, 5. 1988, págs. 97 a 108; G. Nieddu-R.
Pumpkin, Othoca. Una ciudad en la laguna, Oristano, S'Alvure, 1991;
R. Zucca, Viaje a la arqueología de la provincia de Oristano, Oristano, E.P.T. Oristano, 2004;
C. Del Vais, «La necrópolis de Othoca (Santa Giusta-Oristano)», en Emporikòs Kólpos, Oristano, 2005, p. 49; C. Vais-E. Usai, «La necrópolis de Othoca (Santa Giusta-OR): campañas de excavación 1994-95 y 1997-98. Notas preliminares», en Actas del V Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, editado por A. Spanò Giammellaro, Palermo, 2005, págs. 965 a 974.
Cómo llegar
Desde Oristano, hay que tomar la SP 56 hacia el S de la ciudad, hasta Santa Giusta.
Tipo de contenido:
Complejo arqueológico
Arqueología
Provincia: Oristano
Común: Santa Giusta
Área macro territorial: Cerdeña central
CÓDIGO POSTAL: 09096
DIRECCIÓN: Santa Giusta
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Año : 1905
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Autor : Bernardini, Paolo <1950-2018>
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